¿PERO DE CUANTO DINERO ESTAMOS HABLANDO?

De siempre, me ha costado entender de cuanto dinero estamos hablando. Mas bien, creo que a todos nos cuesta, entender ciertas cifras, billones de pesetas (antiguamente), millones de euros (actualmente). Así mismo, los medios de comunicación tampoco ayudan lo más mínimo, mas bien todo lo contrario, sobre todo en televisión donde las cifras las dicen alegremente, incluso si son absurdas.

Cuando era pequeño, un tío-abuelo, que nos contaba muchas historias, nos enseñó a transformar las cifras que se nos escapan, para ser entendibles. Una forma era hacerlo aplicándole el tiempo, es decir para explicar un millón de euros es el equivalente a poner en un saco 100 euro cada día durante veintisiete años y medio; ahora lo entiendes, nos decía.

En estos momentos de crisis, de ayudas a la banca, y de "ahorro" en los servicios públicos es el momento de transformar las cifras:

Ayer leía en El País la ayuda para "salvar" la CAM(Caja de ahorros del Mediterraneo), la caja de Camps y Fabra 20.000 millones de euros. Cada español tenemos que poner 500 euros para sanearla y luego venderla en bolsa.

El mismo día leía en El Mundo el "ahorro" de la junta de castilla la mancha en profesorado echando a interinos, 137 millones. 91 euros de ahorro cada castellano manchego.

Es como si tu madre te dijese que no llevases a tus hijos a nadar y a clases de ingles para ahorrar 91 euros y al mismo tiempo te pidiese 500 euros para tu hermano que se los ha gastado en cocaína y sino le van a dar una paliza.

Cuanta razón tenía mi tio Ramón, para entender de dinero hay que transformarlo.

"Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada." Ayn Rand (1950)